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El Departament de Territori del Consell, que dirige el conseller Bartomeu Vicens, ha decidido introducir modificaciones en la recién creada tasa que grava la construcción de viviendas en suelo rústico. Con la modificación, Vicens atenderá una alegación presentada por PIME, que pedía la eliminación del canon fijado por metro lineal de terreno que se ocupe en la instalación de redes eléctricas. Esta modificación quedará ratificada en el pleno que el Consell celebra mañana.

PIME había solicitado la supresión de este canon al entender que los particulares no debían ser los perjudicados por el hecho de que los transformadores de GESA se encuentren muy alejados del lugar donde se ubica la vivienda. En cualquier caso, se mantendrá el canon de 300 euros por la instalación de una red de suministro, si bien no se pagará una cantidad adicional por metros lineales.

A diferencia de lo sucedido con PIME, el conseller explicó que no pueden aceptarse las alegaciones presentadas por Asaja. La organización agraria había pedido que el Consell fijara una serie de bonificaciones para todas aquellas obras que se realicen en las sociedades o las cooperativas agrarias que estén incluidas en el registro de explotaciones agrarias creado en 1995.

El responsable de Territori del Consell aseguró que no se ha podido atender esta petición ya que la ley impide a la institución insular fijar compensaciones o bonificaciones. «Se trata de una reserva de ley y nuestro departamento no puede hacer nada», aseguró el conseller Bartomeu Vicens, quien señaló que las bonificaciones sólo se pueden establecer si están fijadas previamente por una ley.