La autovía Inca-Manacor ha pasado a la historia. No se construirá.
Ayer, el pleno del Consell de Mallorca acordó por unanimidad
excluir este proyecto del Plan de Carreteras. Tanto UM como el PP
habían expresado días atrás su oposición a este proyecto, que
pusieron sobre la mesa, por sorpresa, tras las elecciones
autonómicas de 2003. Una moción del PSOE fue el instrumento que
facilitó la renuncia.
Previamente, el PSM había defendido una moción en la que
solicitaba la retirada de esta infraestructura pero que no se
quedaba ahí: reclamaba además la reconsideración del segundo
cinturón, el replanteamiento del modelo de carreteras («Si se
mantiene el plan, terminará construyéndose la autovía de Inca a
Manacor», dijo Antoni Alorda) y la reconsideración de otros
proyectos que se construirán en virtud del convenio.
La unanimidad en este punto no se repitió en el otro punto
fuerte del orden del día: desafectación de un edificio que el
Consell cederá durante seis meses al Ministerio de Justicia y Can
Domenge.
En el pleno de ayer, el conseller de Ordenació del Territori,
Bartomeu Vicens, defendió el proceso seguido por la institución
insular en la convocatoria del concurso de venta de los terrenos de
Can Domenge y garantizó que con esta tramitación se obtendrá un
«excelente proyecto» elaborado por «un gran arquitecto», de
importancia social y urbanística para la ciudad de Palma.
Vicens respondió a las críticas realizadas por la oposición, que
observa en este proceso una «operación extraña», como señaló
Alemany para referirse al hecho de que se desestime la oferta más
elevada porque no incluye viviendas de protección oficial, cuando
este criterio no se encuentra entre las condiciones del pliego del
concurso.
«Este concurso tiene toda la pinta de estar preparado», sostuvo
Alorda, para quien sería «cien veces más limpio» declarar el
concurso desierto y convocar uno nuevo
Vicens garantizó que habría viviendas de promoción pública,
ganara quien ganará. Tres proyectos incluyen expresamente VPO,
otros tres viviendas a precio tasado y todos se obligan a ceder un
10% para aprovechamiento público.
Y es que, fue precisamente efantasma de Can Domenge lo que llevó
a toda la oposición a no votar una propuesta para desafectar un
edificio del Consell, en la calle Miquel Santandreu y que, hasta
hace meses, perteneció al Ministerio de Obras Públicas: el edificio
de Carreteras.
El equipo de gobierno anunció su intención de ponerlo a la venta
(esperan obtener 4,5 millones de euros) aunque todavía no está
claro el sistema, si mediante subasta o concurso. La oposición
reclamó sin éxito más explicaciones. Miquel Angel Flaquer, que
habló en nombre del gobierno insular, señaló que se informaría del
mismo en el momento oportuno.
El Consell cederá este edificio al Ministerio de Justicia
mientras duren las obras de Vía Alemania.
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