Desgraciadamente, la historia ha demostrado que una dictadura sirve para atenazar a la población de un país y, de paso, eliminar de raíz cualquier atisbo de separatismo, de luchas intestinas y, a la postre, de luchas de cualquier clase. La idea quedó corroborada en la antigua Yugoslavia, donde una vez desaparecido el dictador Tito, el país quedó desgarrado por los enfrentamientos internos entre etnias y confesiones que se odiaban de forma secular. Lo hemos visto nuevamente en Irak, donde la férrea bota de Sadam Husein mantenía bajo control el odio religioso de las distintas facciones musulmanas que conviven en el país. Derrocado el dictador y arrojada la minoría suní del poder, la guerra civil está a punto de hacerse oficial en una zona que, tres años después de la invasión norteamericana, sigue pareciéndose demasiado a un polvorín.
Editorial
Tres años de penurias para los iraquíes
22/03/06 0:00
También en Noticias
- Nadal, nuevo vicepresidente del Real Madrid
- La Guardia Civil exculpa a la conductora que mató a una mujer y a su hija que circulaban en bicicleta en Llubí
- Los expertos recomiendan a los nacidos entre 1945 y 1975 hacerse la prueba de la hepatitis C: este es el motivo
- El Puig Major registra la temperatura mínima más baja de 2024
- Ni 18 ni 23 grados: esta es la temperatura recomendada a la que poner el radiador
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.