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El touroperador Iberojet, del Grupo Iberostar, e Ibatur (Institut Balear de Turisme) embarcaron ayer en Valencia en el barco de cruceros más rápido del mundo, el «Gran Voyager», a más de 700 agentes de viajes de toda Espana y Portugal para traerlos a Mallorca este fin de semana y venderles la Isla como destino turístico, tal y como se hizo en 2005, con el «Grand Mistral», en Menorca y Eivissa. El objetivo: que los agentes conozcan el barco y el destino balear para poder aconsejárselo a potenciales clientes nacionales y lusitanos.

El gerente de Ibatur, Raimundo Alabern, y el adjunto a la dirección Iberojet, Antoni Llabrés, resaltaron ayer, a bordo del «Gran Voyager», la importancia del turismo proveniente de cruceros para Mallorca y el resto de Islas. En 2005, según adelantó el propio Alabern, Balears recibió 800.000 cruceristas, un 19,5% más que en 2004, que dejaron unos ingresos de 71,34 millones de euros. Alabern manifestó que «para que los agentes recomienden las Islas como destino deben conocer los valores que existen en Balears». Por eso, durante hoy y mañana, los agentes procedentes en su mayoría de Catalunya, Madrid, el norte de España y Levante realizarán excursiones por Valldemossa, Sóller, Formentor, Alcúdia y las cuevas del Drac, entre otros lugares. Esta noche habrá una cena de gala en el «Gran Voyager», atracado en el Puerto de Palma por primera vez en su historia, con las autoridades locales.

Esta operación turística se ha realizado gracias al acuerdo de colaboración firmado entre Iberojet, propietaria del barco, e Ibatur, a través del cual la institución balear aporta 180.000 euros al touroperador para que éste se encargue de traer a los agentes de viajes a Valencia y llevarlos a Palma. Toni Llabrés matizó sobre este punto que «Iberojet ha aportado una cantidad económica como mínimo idéntica a la aportada por Ibatur, porque ellos no venden el destino pero sí les interesa vender el barco de cruceros». Llabrés descartó que el «Gran Voyager» haga alguna escala permanente en el puerto de Palma.