Toda la fachada marítima de Ciutat se vio afectada por la densa capa de niebla. Foto: JAUME MOREY

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Una niebla de origen marino, propia de primavera aunque no muy habitual, invadió la Isla ayer por la tarde, ocultando el sol que había lucido por la mañana.

Este tipo de nieblas tiene su origen en el aire frío aprisionado entre la superficie del mar y el aire cálido de capas superiores. Este aire frío se carga de humedad hasta formar nieblas. La de ayer, que por la tarde entró en la Badia de Palma, era de dimesiones reducidas, unos 30 kilómetros de largo por 6 de ancho, pues hay que tener en cuenta que en esta época se han formado nieblas que abarcan prácticamente todo el Mediterráneo.

La visibilidad era muy reducida, apenas unos 100 metros, circunstancia que obligó a cerrar por la tarde el puerto de Palma durante casi una hora. Para hoy existe la posibilidad de nuevas nieblas.