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Activistas del GOB escenificaron ayer por la mañana el «asfaltado» de la entrada del Consolat de la Mar, sede de la presidencia del Govern de les Illes, para denunciar así «el destrozo ambiental nunca visto en las Islas», en referencia a la construcción «indiscriminada» de autopistas en Mallorca y Eivissa.

Los activistas desplegaron una tela en forma de carretera asfaltada desde la calzada del Passeig Sagrera hasta la entrada del Consolat, con un cartel de «Autopistas Matas SA», mientras que uno de ellos, caracterizado de autoridad, mano, cortaba una cinta inaugural.

Miquel Àngel March y Jaume Perelló, portavoces del GOB y presentes en el acto de protesta, que coincidió con la celebración del Consell de Govern en el Consolat, explicaron que «en estos últimos tres años se han planificado un total de 240 kilómetros de autopistas y autovías, de los que ya se han realizado o se están ejecutando el 75 por ciento del total previsto».

El GOB señala que todos estos proyectos viarios «suponen un consumo de territorio superior a las 2.000 hectáreas; la afectación de más de 4.000 propiedades; la destrucción de más de 120 hectáreas de garriga, pinar y encinar; la destrucción de más de 300 edificaciones residenciales, agrícolas o ganaderas; la eliminación de 90 kilómetros lineales de paredes agrícolas tradicionales, gran parte de ellas parets seques; una apuesta decidida por el transporte privado en detrimento del transporte público, del que en los últimos tres años no se ha abierto una sola línea ferroviaria; un destrozo paisajístico; y un coste económico exagerado, con cerca de 600 millones de euros».