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El Consell de Govern dio ayer luz verde al proyecto de ley municipal y de régimen local, un texto que cuenta con el visto bueno de todos los ayuntamientos de Balears, según destacó en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo, Joan Flaquer. El proyecto establece que para que un municipio pueda segregarse debe tener un mínimo de 6.000 habitantes. El municipio inicial debe quedar con un mínimo de 9.000 habitantes y la segregación no debe suponer una disminución del nivel de calidad de los servicios que se presten a los ciudadanos en cada uno de los municipios.

Esta ley hace una diferenciación entre el regidor tránsfuga y el que es expulsado de la formación en la candidatura en la que se integró. En el primer caso, no podrá incorporarse al grupo mixto y ejercerá como regidor no adscrito. En el caso de expulsión, sí podrá formar parte del grupo mixto. En este sentido, se definen los derechos de los regidores no adscritos como regidores individuales que son y los derechos de los grupos municipales como participación en debates, asistencias a comisiones y órganos colegiados y junta de portavoces.

El proyecto de ley municipal permitirá que los alcaldes de aquellos municipios que se determinen por su condición de número de habitantes y recursos disponibles puedan percibir una remuneración del Govern.

Entre las principales facilidades que aporta el anteproyecto respecto a la gestión municipal, destaca un aumento del número de plenos que se deben celebrar anualmente, la posibilidad de que se pueda designar a un regidor delegado al frente de un departamento de Administración.