Al fondo se observa la grúa que rompió la tubería en las obras de una urbanización del Coll. Foto: A.SEPÚLVEDA

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JOAN J. SERRA / RUIZ COLLADO
Decenas de miles de ciudadanos y turistas sufrieron ayer la interrupción del suministro de gas ciudad durante prácticamente todo el día, a consecuencia de la rotura de una tubería procedente de la planta de aire propanado de cas Tresorer, que, en bifurcación, abastece a las barriadas del Portitxol, Molinar, Ciutat Jardí, Coll d'en Rabassa, can Pastilla, s'Arenal y Son Verí. La rotura, producida a las 11.35 horas, fue provocada por una máquina excavadora que trabajaba en las obras de una urbanización en el Coll d'en Rabassa. La interrupción del suministro del gas se prolongó durante todo el día, afectando a particulares, a 35 hoteles de can Pastilla y s'Arenal y a toda la oferta complementaria de la zona. En el caso de la oferta turística, no se pudo ofrecer agua caliente ni servicios de cocina, suspendiéndose comidas y cenas en numerosos establecimientos. Maria Magdalena Frau, portavoz de GESA-Endesa, explicó que «calculamos que más de un millar de clientes se han visto afectados, pero claro, un cliente individual puede ser un hogar familiar o un hotel de muchas plazas».

Sólo en la zona de can Pastilla y s'Arenal, las perjudicadas pudieron ser, entre particulares y turistas, unas 20.000 personas. El sector hotelero de esa zona turística expresó su malestar por la mala imagen que se ofreció a los clientes en el primer día de la Semana Santa, con unos altos niveles de ocupación. Al detectarse la avería, unos 60 operarios de GESA-Endesa se pusieron en marcha para su reparación y la reanudación del servicio. Al lugar también se desplazaron efectivos de los Bombers de Palma, Policia Local y Direcció General d'Emergències bajo la coordinación del 112, ya que al tratarse de una fuga de gas, era factible tomar medidas de prevención y decidir posibles evacuaciones, lo que al final no fue necesario. No obstante, en el lugar de la avería se percibió un fuerte olor a gas durante largo tiempo.

Maria Magdalena Frau indicó que «a diferencia de las eléctricas, las averías de gas presentan la dificultad y el inconveniente de que, una vez reparadas, las maniobras de restauración del servicio deben realizarse abriendo las válvulas manualmente, en este caso unas 500, lo que retrasa considerablemente la recuperación del suministro. Además, los técnicos de GESA-Endesa deben inspeccionar y cerciorarse de que la reposición se está produciendo sin ningún problema». Poco antes de las 21.00 horas se concluyó la reparación de la rotura, pero la restauración del servicio se prolongó durante varias horas más. Frau destacó que GESA-Endesa reclamará a la empresa responsable una compensación por daños y perjuicios, «pues estas constructoras cuentan con los planos de las conducciones y servicios que atraviesan su área de actuación. Por ello, si una excavadora rompe una tubería o un cable eléctrico, salvo errores, es por alguna negligencia. A todo ello hay que añadir el riesgo para la seguridad del trabajador que produce la rotura».