Tres fueron las cofradías que participaron en este desfile
penitencial y todas ellas pertenecientes al arrabal, se trata del
Santo Cristo de los Navegantes, vinculada a Sant Magí; Nuestro
Señora del Carmen, vinculada a los Padres Carmelitas y Nuestra
Señora de la Asunción, vinculada a la parroquia de los Padres
Teatinos de la Asunción.
La procesión, que salió de la iglesia de los Padres Carmelitas,
estuvo acompañada por la Agrupación Musical de Santa Cecilia de Son
Rapinya, y recorrió las principales calles del arrabal, en medio
del silencio y de la devoción de los feligreses, concluyendo en la
parroquia de la Asunción.
La cofradía Nuestra Señora de la Asunción, con su túnica y
capirote azul celeste y capa blanca, presidió el desfile procesal;
seguida de los cofrades del Santo Cristo de los Navegantes, con
túnica y capirote blancos y capa azul, y cerrando el acto la
cofradía de Nuestra Señora del Carmen, con túnica marrón, capa y
capirote marfil.
Dos pasos, la primera caída de Jesús y la Virgen Dolorosa
participaron en la procesión que se lleva a cabo por primera vez
desde la década de los años sesenta.
La intención de los organizadores es que, el próximo año, la
procesión salga de la parroquia de Sant Magí y que en próximas
ediciones el recorrido sea a la inversa saliendo desde la parroquia
de la Asunción.
Las tres cofradías estuvieron representadas por muchos cofrades,
y eso que habían participado en la procesión del Domingo de Ramos.
Pero lo afrontaron con la ilusión propia de poder recuperar para su
barriada una procesión ya lejana en la memoria.
Además, fue una buena oportunidad para que dos de ellas sacaran
sus pasos a la calle, que lucieron espelendorosos. La Virgen de los
Dolores, paso de la cofradía de Santo Cristo de los Navegantes, con
decoración floral color blanco, procesionó sobre ruedas, al igual
que el paso de la cofradía Nuestra Señora del Carmen, la primera
caída de Jesús de Navegantes.
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