El que vino a descansar cogió el barco equivocado, aquí se vino a disfrutar», de esta forma definía un animador lo que fue la travesía de siete días por el Mediterráneo a bordo deGrand Voyager que, olvidando penurias pasadas, ofreció a todos los pasajeros un viaje cultural, organizado por Iberia e Iberojet, por las islas griegas y Turquía con todas las comodidades de un hotel de lujo.
El barco comandado por el capitán Jean Marino Sanguinetti partió de Valencia el pasado lunes 3 abril, pero no se llenó hasta la noche al llegar a Palma, donde embarcaron más de 600 pasajeros provenientes de distintos rincones de la Isla, siendo el grupo mayoritario el compuesto por vecinos de Inca entre los que se encontraba el alcalde Pere Rotger acompañado del teniente de alcalde Rafel Torres y de la regidora Malena Cantarellas; en el grupo de Llubí se encontraba su alcalde Tomàs Campaner; también acudieron vecinos de Puerto de Pollença, Palma, Lloseta, Consell, Selva, Santanyí y Marratxí, entre otros.
Del mismo modo, había representadas distintas asociaciones, entre las que estaba la Asociación de Sordos de Palma acompañados por la profesora de signos María Isabel. Con todo el pasaje ya a bordo, eGrand Voyager inició su recorrido, que le llevaría a atracar cada día en un puerto distinto empezando por Gagliari, seguido de Malta, Heraklion, Rodas, Pireo y finalmente Estambul, donde dos días después los pasajeros fueron trasladados al aeropuerto para regresar a sus hogares.
Enric Elosúa (Grand Voyager)
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