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Los próximos días 28, 29 y 30, se conmemora en Palma el centenario de la unión de la orden diocesana de Sant Francesc a la Tercera Orden Regular de San Francisco (TOR) que, a su vez, constituyó la Orden Provincial de España, dependiente de la Curia General de San Cosme y San Damián en Roma.

El acto institucional se celebrará el domingo 30, en la Basílica de Sant Francesc de Palma. Estará presidido por el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, y contará con la asistencia del superior general, el croata Ilija Zivkovic, así como con la presencia del superior provincial de España, el mallorquín Bartomeu Pont, hasta hace cuatro años director del colegio Sant Francesc de Palma.

A la misa asistirán buena parte de los superiores provinciales de la TOR en Europa, aunque también está confirmada la asistencia de algunos superiores provinciales de América Latina.

La conmemoración del centenario estará marcada por la reconciliación. Así, los franciscanos han invitado a los cerca del centenar de franciscanos que desde la década de los años 70 han abandonado la orden. Es el caso del historiador Pere Fullana, ex franciscano, que el día 29, a las 20 horas, en el salón de actos del colegio Sant Francesc, impartirá la conferencia «La Historia de la provincia española de la Tercera Orden Regular de los Franciscanos, 1906-2006».

El día 28, en la Basílica de Sant Francesc, los Niños Cantores de Sant Francesc, ofrecerán un concierto, a las 20.30 horas.

En la actualidad, la TOR mantiene seis conventos en Mallorca, de los cuales cinco son colegios: Sant Francesc de Palma, la Porcíncula, Inca, Llucmajor, Artà y Cura.

En la Isla, la orden está compuesta por alrededor de 100 sacerdotes que concentran sus esfuerzos en la enseñanza y, como afirmó Nicolás Sastre, secretario de Sant Francesc, «dada la escasez de vocaciones, ayudamos a las labores pastorales de la Diócesis».

Aconsejados por el obispo Campins, una veintena de franciscanos mallorquines representados por el padre Bartolomé Salvà, de Llucmajor, y el padre Francisco Fornés, de Artà, iniciaron en 1906 los trámitres para unirse a la Tercera Orden Regular de San Francisco. La razón fue que la TOR les permitió mantener su independencia, ya que la otras órdenes franciscanas les obligaban a estar bajo el control de las Diócesis de Catalunya o Valencia. Desde entonces, se inició la restauración de la tradición franciscana en Mallorca, interrumpida por la Desamortización de Mendizábal.