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El departamento de Cruz Roja Joventut ofrece la oportunidad a jóvenes de realizar un curso de formación de monitores de tiempo libre. Durante 110 horas, los alumnos aprenden toda la teórica, que se complementa con un proceso de práctica con el que los futuros monitores demostrarán y aumentarán sus conocimientos en centros infantiles y juveniles, campamentos o escuelas de verano. El objetivo es establecer alternativas al ocio en plena naturaleza. Durante la mañana de ayer, un grupo de alumnos dedicaron la jornada a participar en los juegos de cooperación, según indica el observador Juan Salom. «Algunos -afirma- tienen experiencia y esto les sirve para reciclarse». Se trata de juegos donde los participantes resuelven, en grupo, la situación y el problema que se plantea.

«El paracaídas», «equilibrios de fuerzas» y «sa pastanaga» fueron algunos de los juegos que realizaron en la explanada exterior del Centro Cultural s'Escorxador, de Palma.

El coordinador de la escuela de educadores/as de tiempo libre de Cruz Roja Joventut, Rafa Bartolomé, asegura que estos alumnos desarrollan varias líneas y un amplio abanico de actividades para afrontar en un futuro con jóvenes y chavales de diferentes procedencias sociales.

Se trata de juegos sencillos y fáciles de practicar, muchos de ellos realizados por nuestros mayores, ideales para llevar a la práctica con pocos recursos y en grupo. La improvisación y el «sexto sentido» de estos jóvenes monitores serán imprescindibles para compartir el tiempo de ocio al aire libre de nuestros pequeños.

Julián Aguirre
(texto y fotos)