Según Rubalcaba, él tenía un especial interés en venir a Balears y dar apoyo a Francesc Antich, a quien ha conocido en la oposición, como presidente de Balears y como diputado. No puede decirse que los socialistas bulleran de optimismo y de fiebre ganadora pero el ministro, como antes el propio Francesc Antich y la secretaria general de la Federación Socialista de Mallorca (FSM), Francina Armengol, dejaron claro el relevo en el Govern balear es posible y necesario.
«Antich es muy zapatero», dijo el ministro Rubalcaba antes de participar en la comida organizada para dar a conocer que Francesc Antich será el candidato de los socialistas a la Presidencia del Ejecutivo autónomo, cargo que ya ocupó entre 1999 y 2003. Rubalcaba quiso llevar a los socialistas de Mallorca que si «trabajan» el éxito electoral está asegurado y se permitió bravocunear en un clima propicio: «Hasta ahora, donde he estado yo hemos ganado las elecciones».
Ni Armengol ni Antich aludieron a posibles pactos, tampoco hubo alusiones al posible bloque nacionalista y progresista que quieren constituir las direcciones del PSM y de EU y tampoco hubo la más mínima referencia a Unió Mallorquina (UM). Sí hubo alusiones a Palma. Francesc Antich quiso dejar bien claro que «Palma es objetivo fundamental». «Tenemos un partido unido como nunca, tanto en la part forana como en Palma», dijo para pronosticar que «Tendremos un alcalde de Palma y será socialista».
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