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A partir del martes, se celebrará el debate sobre el estado de la ciudad en Cort. Hace unos pocos días, se cumplieron, además, tres años de la toma de posesión de la popular Catalina Cirer como alcaldesa de Ciutat. Así pues, el debate puede servir también para que tanto el equipo de gobierno como la oposición hagan un balance del trabajo realizado desde entonces. En este tipo de debates, suele ser muy difícil que se pueda llegar a algún tipo de acercamiento o de acuerdo entre el partido gobernante y los de la oposición, pero si se hace un sincero esfuerzo por intentar ser ecuánime, habrá que reconocer que hasta el momento los aciertos en la gestión municipal superan a los errores cometidos. Bajo el mandato de Cirer, se ha impulsado la modernización tecnológica del Ajuntament, lo que ha redundado en beneficio de todos los ciudadanos, y se ha desarrollado una gran labor, seria y eficiente, en servicios sociales y en formación ocupacional, en la mejora del transporte público y en la creación de nuevos equipamientos en las barriadas, en facilitar el acceso a una vivienda y en promover iniciativas en favor del deporte y de la juventud. Ha faltado, es cierto, contar más con la ciudadanía a la hora de tomar ciertas decisiones, como por ejemplo en el caso del desmontaje y demolición de es pont des tren, o por lo que respecta a las numerosas obras acometidas. Y también es cierto que ha habido algunos titubeos a la hora de tomar determinadas decisiones, como también lo es que la oposición ha acusado al equipo de gobierno de ser, en general, poco dialogante y de carecer de un modelo de ciudad. Sin embargo, Cirer siempre ha repetido que sí tiene un modelo de ciudad, que ella desea «una ciudad para las personas». Y serán éstas las que, dentro de once meses, darán su veredicto en las urnas.