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P.C.
El sindicato CSI-CSIF reiteró ayer a la Inspección de Trabajo su preocupación por el mal estado del Edificio de Carreteras, que acoge provisionalmente los Juzgados de lo Penal, tras el desprendimiento de un fluorescente, que considera que puso en peligro la integridad de un grupo de funcionarios.

Esta central hizo público un comunicado en el que reitera su petición al Ajuntament de Palma para que proceda a «exigir las licencias pertinentes», tanto de «obra, como de apertura y funcionamiento conforme a la legalidad vigente».

CSI-CSIF destaca asimismo que ha trasladado al concejal de Urbanismo del Consistorio palmesano, Rodrigo de Santos, su «preocupación por el estado del edificio» y la «exigencia del cumplimiento de las licencias municipales por parte de la Gerencia de Justicia».

La sede provisional de los juzgados de lo Penal en Palma ubicada en el edificio de Carreteras volvió a estar abierta al público el pasado 13 de junio después de que se subsanaran las mayores deficiencias que provocaron la suspensión de sus actividades por parte de la Inspección de Trabajo.

El responsable del sindicato CSI-CSIF, Andreu Bou, dijo que los funcionarios están «descontentos» con el inmueble debido a que no se han solventado todas las irregularidades. Una de ellas es la estrechez de las dependencias donde se mezclan acusados, testigos, detenidos y abogados.