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Cansados y con muestras de haber sido una gran noche, se despertaba ayer Ciutadella donde unos 30.000 mallorquines estamos disfrutando de las fiestas de Sant Joan en Ciutadella, aunque lo cierto es que parecen ser más por el ruido y jolgorio que organizan.

Las calles se llenan de gente ataviadas con pañuelos al cuello y camisetas, principalmente, con la cruz o caballos como símbolos de las fiestas, consumiendo ginet. Muchos no han dormido y continúan saltando junto a los caballos hasta que el cansancio les vence. Efabioler pide permiso aCaixer Senyor para comenzar a reunir a los más de 150 participantes, jinetes y caballos de pura raza menorquina y trasladarse hasta es Pla. Una vez en es Pla, los cavallers y caixers dan inicio a los juegos. Al más puro estilo medieval, corren al galope hasta enfilar la punta de sus lanzas en la pequeña anilla que cuelga en el centro, donde todos se pelean por coger la anilla del suelo y colocarla de nuevo en su sitio, el toque de flabio suena de nuevo y un nuevo participante emprende la carrera. Durante todo el día la gente va y viene de un lugar a otro, terminan con los pies cansados. Los más afortunados pueden darse una buena ducha en los hoteles o hostales donde se alojan, otros en las proas de embarcaciones donde pasan estos días, pero muchos no verán el jabón hasta llegar a Mallorca, pues más de uno ha llegado con la mochila a cuestas y sin un techo.