Un cuerpo 100

Hay mañanas en las que a uno no le gustaría levantarse en todo el día, pero una hora más tarde y teniendo frente al objetivo de la cámara fotográfica a tal bellezón y generosidad de la madre naturaleza, he de confesar que el esfuerzo bien mereció la pena. Esta belleza se llama Rosa Rioja Oca, de 29 años, nació en Burgos y desde hace seis años reside en Mallorca. Sus vertiginosas curvas lucen unas medidas de 92-60-90, ojos azules y cabello rubio.
Bronceada hasta el último centímetro de su suave piel, Rosa comienza la sesión fotográfica con una sonrisa. «Me encanta que me hagan fotos» asegura esta médico, modelo y actriz. En este momento ha dejado apartado su rutinaria vida profesional como visitante médico para enfocar en exclusiva su camino en el mundo de la moda y la publicidad.
A pesar de su impresionante cuerpo confiesa, una y otra vez, que no pisa un gimnasio. «Sólo camino, -asegura Rosa- me gusta salir a pasear con mi perro Ross». Se levanta cada día a las nueve de la mañana, ya que trasnocha poco y le gusta dormir, eso sí sólo abrigada con una minúscula prenda. Su desayuno es a base de café, zumo, yogurt con cereales y alguna tostada. Entre cásting y rodajes pasa la jornada, algo que no le agota.
Elegida entre las finalistas del programa «7 días, 7 noches» es además la organizadora y cordinadora del curso-cásting que se celebrará entre el 10 y 14 de julio en Pollença, donde la ganadora será la imagen de dicho pueblo. Un curso donde el prestigioso fotógrafo Pablo Almansa impartirá las clases para convertirse en una buena modelo profesional. Las candidatas pueden comenzar a apuntarse a través del correo electrónico castingUbalearcast.es, poniendo sus datos personales a la atención de Rosa Rioja. El próximo domingo, a las once de la mañana, la joven será quien dé la tradicional salida con banderazo incluido a la vuelta en moto de la Cadena 100, desde Jaume I.
Rosa es amante de la aventura, una de sus últimas sensaciones ha sido saltar en paracaídas. De un hombre sólo pide que sea liberal, nada celoso y muy cariñoso, con detalles como «¿esta noche cenamos en París?» para sorprenderla. Su hobby es salir de compras y, como no bebe ni fuma sólo tiene un vicio... que me susurra al oído.