TW
0

La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Balears hizo público ayer un comunicado para responder a las críticas que pueden derivarse de algunas sentencias dictadas por los jueces. Según el comunicado, el «silencio o la inactividad de los jueces» no debe interpretarse como «apatía, atonía, ni indolencia ante inaceptables descalificaciones a la persona, sino un puro ejercicio de responsabilidad frente a críticas extralimitadas que abonan el descrédito social y, en el fondo, la deslegitimación institucional».

El posicionamiento público de la Sala se produce después de la sentencia de la Audiencia Provincial según la cual las personas de relevancia social y los cargos públicos pueden ser criticados más allá de lo que es «permisible» a causa de la «primacía de la libertad de expresión e información sobre el derecho del honor en temas de relevancia social». En esa sentencia, la Sección Tercera justificaba también las descalificaciones personales que puedan recibir estas personas cuando se hacen en tono burlesco. Según esta teoría jurídica, son justificables insultos como «loco», «perturbado», «bestia» o «monstruo», entre otras descalificaciones siempre que se refieran a personajes públicos y no afecten a su ámbito íntimo o familiar.

El TSJB entiende que, frente a decisiones judiciales que «no son de su agrado», algunos medios van más allá de una reacción critica lícita hasta «incurrir en posicionamientos personalmente denigrantes para los jueces destinatarios de los asertos o valoraciones que ofrecen a la opinión pública». Ante estas situaciones, según la Sala de Gobierno, los jueces de Balears «no han solicitado amparo ante el Consejo del Poder Judicial ni han interpuesto demandas ni se han involucrado en contienda pese a tales extralimitaciones». La Sala recuerda que los jueces se encuentran «impedidos de reaccionar igual o en las mismas condiciones que cualquier otra persona, incluso pública, frente a los posibles ataques pesonales, porque al hacerlo arriesgan su posición de neutralidad o imparcialidad debidas».