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MONICA GONZALEZ
Alrededor de 500 estudiantes universitarios que este año han finalizado con éxito sus estudios fueron los protagonistas ayer de la ceremonia de graduación del curso 2005-06 de la Universitat de les Illes Balears, un acto al que, como ya es tradicional, también asistieron familiares y amigos de los nuevos diplomados o licenciados.

La ceremonia, que sigue cada año el mismo protocolo académico, arrancó con la llegada a la explanada situada frente al Rectorado de la procesión académica, formada por el Claustre de la Universitat, que porta los símbolos que representan a la institución, y los académicos con sus birretes y vestidos de diversos colores acompañados por la interpretación musical de Trumpet Voluntary, de Henry Purcell, a cargo del quinteto de metales «5 de Braç».

José Miguel Gómez, alumno que este curso se ha licenciado en Economía, fue el encargado de pronunciar el parlamento de graduación en representación de todos sus compañeros también graduados este año.

Este estudiante brillante de 29 años, ya licenciado en Farmacia por el CEU San Pablo y en Administración de Empresas por la UIB, aprovechó el momento para invitar a todos sus compañeros a «celebrar este día», sin entrar en reivindicaciones, «porque no es el momento adecuado para ello». Invitó a los demás alumnos a «recordar el primer día de clase» y a reconocer cómo han cambiado sus vidas en estos años universitarios «de los que lo más valioso que nos llevamos es el aprendizaje, y no precisamente de los libros, sino de las personas, de todas con las que hemos tenido relación, con profesores, personal de limpieza, de los bares de la Universitat e, incluso, del chófer del autobús de la EMT». Ahora, advirtió, «es nuestra hora de empezar a contribuir y a aplicar lo aprendido, porque quien aprende y no hace, no ha aprendido nada, y quien sabe y no hace, no sabe nada».

Tras sus palabras, y siguiendo el guión, comenzó el momento más esperado: la entrega de títulos de graduación a los estudiantes. Como cada año, los alumnos se fueron acercando, a medida que eran nombrados, a la mesa que presidían el rector de la UIB, Avel·lí Blasco, y el conseller d'Educació, Francesc Fiol, para recoger sus diplomas.

En esta edición, además, se hizo entrega de los diplomas a los graduados de la Escola d'Hoteleria, para lo que se contó con la participación de la doctora Maria Antònia García, directora de la Escola. También se entregaron los premios extraordinarios de licenciatura de la UIB.