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La población de Balears es cada vez más vieja. A pesar de que la masiva llegada de inmigrantes se suponía que mitigaría el progresivo envejecimiento de las Islas, la realidad de los datos demuestra que los ciudadanos de Balears son un año más viejos de media que hace una década. Es cierto que los más de 100.000 inmigrantes que han llegado en los últimos años han frenado la tendencia al alza, pero el empuje de los recién llegados no ha sido suficiente para contener esta preocupante situación. Los datos son especialmente elocuentes en los municipios del interior de Mallorca, donde la población es cada vez más vieja fruto del descenso de natalidad y del escaso atractivo laboral de estas localidades, que impide que los recién llegados se instalen en ellas.

Los municipios de la bahía de Palma, así como la isla de Eivissa, son los que tienen una población más joven de media. Y es aquí donde sí se ha notado el peso de la inmigración. Se trata de municipios más dinámicos desde el punto de vista económico, que tienen una mayor capacidad de atracción para quien llega a las Islas en busca de trabajo.

Si preocupante es el hecho de que el interior de Mallorca envejezca, otro dato para la reflexión es el que indica que la población de Balears nacida en otra comunidad autónoma es la que más ha envejecido de media. No sólo vienen menos inmigrantes procedentes de otras regiones, sino que las generaciones más jóvenes vuelven a sus lugares de origen. Las instituciones deberían ser conscientes del problema social, económico y laboral que se puede aventurar en el futuro, con una población envejecida, a la que hay que prestar más servicios sociales y que además cobran una pensión. Deberían tenerlo muy presente para sus previsiones de futuro.