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El secretario general del PSIB, Francesc Antich, aseguró ayer que espera que el Gobierno central cambie el actual redactado del convenio de carreteras para posibilitar que las inversiones queden firmadas el próximo mes de septiembre. De la misma forma, el líder de los socialistas de las Islas también anunció que confía en que el Govern balear colabore para evitar problemas en la aprobación de una inversión de más de 500 millones en carreteras.

De hecho, el secretario general de los socialistas de Balears aseguró que Govern y Gobierno deberían buscar «una fórmula» que haga posible la firma del convenio sin que ninguna de las dos partes implicadas «pierda fuerza» con respecto a sus postulados previos. «Debemos huir de la confrontación y tanto el Govern como el Gobierno deben respetar los acuerdos adoptados», añadió Antich.

Por lo que respecta a la posibilidad de que el Ministerio de Fomento decida prescindir del Govern balear y opte por firmar el convenio en solitario con los consells, Antich aseguró que la «lealtad institucional» obliga a que el Ejecutivo de Matas participe en la firma porque ese es el acuerdo al que llegaron ambas administraciones. «Además se necesita la implicación de todas las administraciones, aunque el papel del Govern sea el de la simple autorización para la firma», añadió.

El jefe de filas de los socialistas de las Islas realizó estas declaraciones en el transcurso de una rueda de prensa en la que denunció la «propaganda» del Govern en materia turística. Aseguró que el Ejecutivo ha desterrado al turismo a «segunda división» ya que la economía de Balears se sustenta cada vez más en la construcción. Llegó a asegurar que el Govern se ha convertido en una «inmobiliaria ambulante que sólo apuesta por el ladrillo y por el beneficio rápido». Aseguró que es cierto que llegan más turistas, pero precisó que ello se debe a la recuperación económica de los mercados emisores.

El conseller de Turisme, Joan Flaquer, contestó al dirigente socialista, de quien dijo que ««ha perdido el norte» al «empecinarse en negar la evidencia» de que las cifras de visitantes y de creación de puestos de trabajo en el sector turístico son «históricas». Opinó que no se puede dar «la más mínima credibilidad» a Antich, al que acusó de haber conducido a Balears a su «peor situación turística en los últimos veinte años» durante su etapa como president.