La Guardia Civil imputa por homicidio al patrón del yate que arrolló mortalmente al joven en Cala Bona

El patrón del yate acudió este miércoles a la Comandancia de la Guardia Civil. | Guillermo Esteban

Julio BastidaJavier Jiménez28/08/24 16:15
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El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil ha sido citado en calidad de investigado al patrón del yate que el pasado viernes por la noche atropelló mortalmente a un joven de 20 años en Cala Bona mientras pescaba en un bote junto a su tío y otro familiar. Los agentes le imputan los delitos de homicidio y de omisión del deber del socorro. En la mañana de este miércoles, el acusado ha acudido a la Comandancia de la Benemérita, en la calle Manuel Azaña de Palma, acompañado por su abogado, Fernando Mateas, y se ha negado a declarar.

Los investigadores han tomado esta decisión después de valorar las pruebas que se había recabado contra la tripulación a lo largo de estos últimos días y que incluían conducciones temerarias de lanchas auxiliares del yate 'La Luna', que es el que arrolló a Guiem Comamala. A partir de ahora, será un juzgado de Manacor quien asuma la instrucción del caso y ordene practicar las pruebas pertinentes, toma de declaraciones de los implicados, testigos y recabar los informes técnicos.

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Según la versión de los hechos del ahora arrestado, no se percataron de que había arrollado al bote de pequeñas dimensiones y continuaron su trayecto hacia el muelle de Porto Cristo. Sin embargo, la Guardia Civil considera poco creíble esta versión, ya que el yate arrancó el motor de la pequeña embarcación y consideran que es casi imposible que la tripulación no se diera cuenta.

La tripulación sostuvo que no se habían percatado del golpe mortal con el bote de Guillem, pero los agentes consideran que esta versión no es creíble. Los implicados limpiaron el yate ‘La Luna’ antes de que fuera precintado por agentes de la Guardia Civil. Lo hicieron, supuestamente, para borrar las posibles huellas de la fiesta que habían celebrado a lo largo del día anterior.

Sin embargo, fueron fotografiados lanzando vasos de tubo vacíos al muelle de Porto Cristo, mientras despejaban a toda prisa la embarcación, una Riva 66 Ribelle de bandera alemana y casi 20 metros de eslora, que está valorada en más de cuatro millones de euros.