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La capacidad de hacer reír a los demás puede ser en algunos un don innato; para otros una asignatura pendiente y, en unos pocos una profesión o un hobby, una forma de comunicar, de hacer sentir bien a los demás y de disfrutar de lo gratificante que puede llegar a ser arrancar una sonrisa a quien tienes delante. Por ello, diecinueve personas han querido participar en el curso de iniciación aclown dirigido por el director de teatro Andreu Segura en la sede de Rafel Oliver Produccions.

Y así, despojándose de sus miedos, de la timidez, dando lo más auténtico de ellos han aprendido las dificultades de las técnicas del payaso en el curso patrocinado por la asociación Mallorclown, que está tratando de poner en contacto a todas las personas relacionadas con este mundo. De distinta procedencia y con distintos objetivos, algunos aseguran que su objetivo era ponerse delante de los demás, dar lo más auténtico de ellos, aguantar la tensión, soportar el miedo a no gustar y sobre todo, disfrutar de ver a los demás reírse con los errores y aciertos. Sin embargo, para otros como Francisco Cerveto «este curso es un intento de pasarlo bien, de divertirme y hacer algo diferente que me mantenga activo».

Pese a que han aprendido algunos aspectos de la dinámica de esta profesión, el director Andreu Segura opina que «el próximo curso tiene que ser mínimo de dos semanas para poder aprender más técnicas». Aunque quizá ya hayan aprendido lo más importante, que siempre exista alguien dispuesto a regalar una sonrisa.

Ana Largo