El plan de modernización de la oferta de alojamiento turístico, vigente en las Islas desde el 20 de junio de 1990, ha motivado que la Conselleria de Turisme haya dado de baja definitiva 64.813 plazas hoteleras obsoletas en los últimos quince años (896 establecimientos), produciéndose una transformación progresiva de la calidad de la planta hotelera de la Isla, al disminuir las camas de una y dos estrellas y aumentar de forma considerable las de tres, cuatro y cinco.
Los municipios en donde más bajas definitivas se han producido, han sido Calviá, Palma, Alcúdia, Manacor, Capdepera, Sant Llorenç y Son Servera. El año donde se tramitaron más bajas, fue en 1993, en el que como consecuencia de la crisis generada por la Guerra del Golfo se produjo en la Isla un bajón turístico, que afectó a la rentabilidad y planes de modernización hotelera.
En el cómputo global, la oferta de alojamiento en este período comparativo en Mallorca ha pasado de 1.802 establecimientos turísticos que había a finales de 1990, a los 1.596 que había a 31 de diciembre de 2005 (206 menos). El número de camas (ver gráfico adjunto) ha crecido en estos quince años en 18.274 plazas, al pasar de 268.134 a 286.408.
La oferta de máxima categoría, de 4 y 5 estrellas, casi se ha triplicado, puesto que se ha pasado de 60 hoteles a 152.
El Ejecutivo autonómico que preside Jaume Matas quiere aplicar a rajatabla la Ley General Turística y desarrollar uno de sus principales aspectos, la modernización, que a partir de ahora «será permanente y de obligado cumplimiento, tal y como recoge la Ley General Turística (LGT) y que a partir de ahora será de obligado cumplimiento, porque lo que prima ante todo es mejorar la competitividad de Balears en todos los sectores turísticos», explica el conseller de Turisme, Joan Flaquer.
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