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La Oficina de Atención a los Derechos del Menor atendió el año pasado un total de 473 casos, de los que 54 estuvieron relaciones con malas tratos infantiles, según detalla el informe de esta Oficina, del que ayer tuvo cuenta el Consell de Govern. La estadística recoge además que en dos casos la Oficina se vio obligada a actuar porque se dieron casos de explotación laboral infantil. Los 473 actuaciones realizadas suponen un aumento espectacular con respecto a los 295 casos que se habían atendido un año antes, según recoge el mismo informe.

La mayor parte de las actuaciones de la Oficina estuvieron relacionadas con problemas de integración social o de protección jurídica (un 46 por ciento de los casos), mientras que las actuaciones vinculadas a educación y cultura representaron el 16 por ciento del total. Un 21 por ciento de sus actuaciones están relacionadas con la salud y los malos tratos, mientras que en el 17 por ciento de los casos restantes el problema derivaba del mal funcionamiento de alguna administración o entidades privadas.

En las recomendaciones y sugerencias, la Oficina de Defensa del Menor recalca que es imprescindible seguir trabajando los problemas relacionados con la patria potestad de los niños. Recomienda que se adopten las medidas oportunas para evitar los niños no terminen convirtiéndose en víctimas de sus propios padres, que los utilizan en beneficio propio por motivos de venganza.

En materia de educación y cultura, el informe censura que, con demasiada frecuencia, se recurre a la expulsión de los niños de los centros educativos, algo que debería ser «excepcional». «El interés superior del menor queda descuidado y los alumnos son excluidos de las actividades formativas y educativas. Es una medida de castigo que debería cambiarse por otras alternativas», señala el documento.