TW
0

Ni playas exóticas del Caribe ni maravillosas Islas en medio de pacífico, ni siquiera turismo de aventura por algún país africano. Casi todos los representantes del Govern ha elegido Balears o algún punto de la Península para disfrutar de sus vacaciones durante el mes de agosto. En realidad, el único conseller que viajó al extranjero durante este verano fue el responsable de Medi Ambient, Jaume Font, quien aún así no abandonó las aguas mediterráneas: se trasladó a Grecia con toda la familia y allí aprovechó para visitar a uno de sus paisanos, epobler Llorenç Serra Ferrer, que trabaja como entrenador del equipo de fútbol AEK de la capital griega.

Es la única muestra de cierto exotismo de las vacaciones del Ejecutivo. Los demás consellers, como la mayor parte de los ciudadanos de a pie, se ha tenido que conformar con hacer un viaje de unos días a alguna región de la península o algo más común todavía: no moverse de Balears.

Quizá haya tenido algo que ver que las vacaciones de los consellers no han sido unas verdaderas vacaciones. El president del Ejecutivo, Jaume Matas, ya anunció que su intención era hacerles trabajar y, si bien no les ha obligado a acudir a tediosas sesiones parlamentarias, si obligó a su equipo a diseñar un turno de guardias para que al menos dos consellers estuvieran en sus despachos para atender una eventualidad.

Con este draconiano sistema de turnos, pocas opciones hay para coger equipaje y marcharse a un remoto país asiático. El president ha predicado con el ejemplo y no se ha movido de la Colònia de Sant Jordi, donde tiene un apartamento, en todas sus vacaciones. Mejor dicho, se ha movido para desplazarse hasta Palma a atender obligaciones relacionadas con su cargo político. Matas ha disfrutado estos días de su familia al completo, cosa que no puede hacer durante el resto del año ya que sus hijos estudian fuera de la Isla.

La vicepresidenta Rosa Estaràs ha compartido guardias con sus compañeros de gabinete, pero ha aprovechado unos días de vacaciones para disfrutar de Eivissa, más un fin de semana en un hotel de Canyamel. En Eivissa ha estado también Josep Juan Cardona, conseller de Comerç, que aprovecha el verano para relajarse en su isla natal y coger el avión lo menos posible tras un agotador invierno vivido en plan puente aéreo.

El otro conseller no mallorquín, Cristòfol Huguet, también ha aprovechado sus días de asueto para descansar, en su caso en Menorca. La consellera d'Agricultura, Margalida Moner, no se ha movido de Mallorca este mes de agosto más tranquilo de lo esperado. Ha combinado sus turnos de guardia con paseos por la Isla.

Los mismo a hecho el conseller de Turisme, Joan Flaquer, para quien también es un alivio no tener que andar cogiendo aviones para promocionar Balears como destino turístico. Flaquer ha disfrutado de unas vacaciones familiares en Cala Ratjada, de donde procede.

La consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, ha cogido con frecuencia la autopista recién arreglada hasta Santa Ponça en sus desplazamientos a Andratx. Cabrer pasó una semana en Formentera, con toda su familia, y el resto del verano ha estado en Mallorca, navegando por las costas de la Isla.