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El toro 'Capitán', de 300 kilos de peso, protagonizó el «correbou» de las fiestas de Fornalutx de ayer sin decepcionar a los participantes -cerca de un millar de personas, según el Ayuntamiento- ni a los organizadores. A pesar de eso algunos de los jóvenes que fueron a la fiesta comentaron que el toro era «pequeño», aunque admitieron que «había corrido mucho y mucho tiempo».

A las ocho de la mañana el toro empezó su «paseada» desde s'Alqueria hasta el centro del pueblo. Durante todo el recorrido dio mucho juego a los jóvenes, lo que permitió que la tradicional «correguda» taurina se alargara cerca de una hora, mucho más tiempo que en los «correbous» de los últimos años cuándo en apenas 15 ó 20 minutos se acababa la fiesta.

Tal como manda la tradición el toro fue coronado en la fuente de la plaza por una joven soltera del pueblo. En esta ocasión este privilegio recayó en Marina Celià Busquets, de 15 años. Tanto el alcalde, Joan Albertí, como el concejal de Cultura, Francesc Marroig, destacaron que la fiesta había transcurrido «con total tranquilidad y sin incidentes». Una veterinaria, un técnico de la Conselleria de Interior y un agente del SEPRONA, vigilaron que en todo momento se cumpliera la legalidad vigente en lo que concierne a la Ley.

Después del «correbou», el ternero fue subido a un camión y conducido a un matadero de Palma para ser sacrificado. Dado que este año se trataba de un animal muy joven, menos de un año, fue aprovechado por los socios para su consumo. Hacia las dos del mediodía el carnicero ya lo empezó a trocear y pasadas las 18:00 horas «Capitán» ya era historia dejando, eso sí, un buen regusto en todos los que participaron en la fiesta.

Ll. García