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Conoce de primera mano las dificultades con las que nos encontramos en la cocina, le encanta innovar en su trabajo y apuesta siempre por «sa bona cuina», los platos más típicos de la gastronomía de las Islas, que nos ha ido mostrando a través del programa que presenta en IB3. La cocinera mallorquina Paquita Tomàs ha demostrado en su larga trayectoria profesional que la cocina moderna puede respetar y convivir con las recetas más tradicionales.

-¿Quién le enseñó a cocinar?
-Mi madre era muy buena cocinera y siempre me fijaba en cómo cocinaba. He tratado de recuperar todas las recetas que le veía hacer en casa. Una cosa que tengo que destacar de la forma de cocinar de entonces es que se sabían aprovechar muy bien los ingredientes. Yo ahora cocino esas recetas, he añadido ingredientes, pero siempre manteniendo la base tradicional.

-¿Suele personalizar sus platos?
-Sí, claro. Procuro siempre hacerlos míos, pese a que la receta original no lo sea. Creo que lo bonito es que todos le demos un toque personal a cualquier receta, porque es lo que hace que se distinga de las del resto.

-Este domingo los lectores de Ultima Horarecibirán con el periódico un fichero y las cuatro primeras recetas de la colección de «Sa bona cuina», ¿es posible con el ritmo de vida que llevamos preparar platos elaborados?

-La verdad es que mis recetas son fáciles de hacer, están adaptadas a ese ritmo frenético y no es necesario estar todo el día dentro de la cocina. De hecho, si se ponen las proporciones exactas que indico en las recetas, salen incluso sin saber casi cocinar.

-¿Cuál es la última receta que ha elaborado?
-Un riquísima confitura de membrillo, pero la receta... la enseñaré dentro de poco.

-¿Qué influencias tiene su cocina de otras culturas?

-Me gusta mucho la cocina francesa y también la italiana. Me encanta la pasta. Cuando viajo suelo probar los platos más típicos de la zona que visito. Me gusta probar nuevos sabores y recetas para luego hacer mis propias adaptaciones. La gastronomía oriental quizá sea lo que menos me llama la atención, sobre todo, el pescado crudo, que no me gusta nada.

-¿Cuál es el plato que más veces ha preparado pero le sigue gustando como el primer día?

-Sin duda, el arroz de pescado.

-¿Una receta rica, tradicional y fácil de preparar?

-La graixonera de brossat. Yo la llamo la receta del «Doble y mitad». Si es para cuatro personas, por ejemplo, se le pondrían 400 gramos de harina, cuatro huevos y 200 gramos de azúcar. Es muy fácil y es una receta muy buena. Luego, se le añade ralladura de limón y canela. Se mete todo en el molde y se pone en el horno a 180 grados de temperatura y luego se deja durante cuarenta minutos a 160 grados. Y ya está. El truco está en poner las proporciones y los ingredientes correctos.

-La televisión, los libros de cocina, los cursos...¿qué le queda por hacer?

-(risas) Creo que ya he hecho casi todo. He tenido hijos, he plantado un árbol y he escrito casi dos libros. De momento, sigo pensando en viajar, en aprender y trabajar en «Sa bona cuina» de IB3.

Ana Largo
Fotos: M.À. Cañellas