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L.TERRASA/H.CARTER
Una fuerte pero intensa tormenta de verano con aparato eléctrico provocó ayer al mediodía caídas en la red eléctrica que afectaron a distintas zonas de la Isla. Fue precisamente un rayo el desencadenante de una avería que afectó al sistema de facturación de Iberia en Son Sant Joan, lo que a su vez colapsó el Sistema Automático de Transporte de Equipaje (SATE) del aeropuerto, que a media tarde quedó saturado al no poder asumir el volumen de equipaje que en esos momentos ya se acumulaba en los mostradores de facturación. La avería afectó a todos los vuelos de todas las compañías aéras a partir de las 19.30 horas, y aunque la avería se solucionó a las 21.45 horas la normalidad tardó algo más en recuperarse, ya que se acumulaba el número de pasajeros en facturación y los retrasos en los vuelos.

Entre los miles de pasajeros afectados crecía el desánimo cuando llevaban más de una hora esperando para facturar, sin que nadie les informara de la causa de la avería. El aire acondicionado no parecía suficiente y el calor empezó a hacer insoportable la espera. Algunas compañías aéreas optaron por trasladar el equipaje a mano hacia el patio de maletas, pero otras prefirieron esperar. Sólo podían operar dos mostradores de facturación para equipajes especiales.

Algunas compañías, con la autorización del pasaje, optaron por despegar sin la totalidad del equipaje, que llegará a destino en otros vuelos a lo largo de la jornada de hoy. Por otra parte, la lluvia que acompañó a esta tormenta de verano, localizada entre Santa Maria, Campos y Palma, dejó en Santa María 55,3 litros, y registró un total de 632 rayos entre las 14 y las 18.00 horas.