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Los restos del bastión de la Porta de Santa Margalida, situados en el edificio situado en la calle Sant Miquel donde anteriormente estaba Aceites Batlle, fueron ayer visitados por muchos ciudadanos aprovechando la jornada de puertas abiertas organizada por el Ajuntament.

La Porta de Santa Margalida o Porta Pintada e integrada en las murallas, era una de las entradas a la ciudad y en concreto por la que entraron las tropas feudales que acompañaron a Jaume I. Entre 1543 y 1544 se adosó a la Porta un bastión de planta semicircular, que años después quedaría cubierto por un nuevo recinto amurallado. La parte que había cubierto la muralla fue recuperada hace unos años al construirse un edificio, de hecho el ascensor ha sido ubicado en su interior. La planta baja es la sede de la oficina del Palacio de Congresos.

L.E.C.