Desde hace trece años, Natalia Pérez hace teatro, una faceta artística que le encanta.

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Desborda simpatía y energía, Natalia Pérez tiene 20 años de edad, nació en Palma y desde hace 13 años hace teatro. Actualmente estudia a distancia y se quiere dedicar a la arquitectura. Por el momento trabaja como azafata de congresos, modelo fotográfica y ha realizado algunos vídeoclips y trabajos de publicidad, e incluso hace de «canguro» para sacar algún dinerillo. Pero realmente lo que a Natalia le llena es dar clases de teatro a sus alumnos, de entre 7 y 14 años de edad, en el colegio Sant Agustí, de Palma, y a ellos también, pues se divierten y lo pasan en grande durante las clases, para en el mes de mayo realizar una buena función.
Se define como una joven muy activa, que no fuma, no bebe y nada de nada, vamos que es una auténtica free drugs. Una de sus ilusiones es marcharse a estudiar a «New York Film Academy», pero asegura que «primero hay que pensar en trabajar en algo que te dé para comer y luego que te guste». Por cierto, el comer y dormir son sus dos aficiones, «no como dicen muchas, -asegura- que sus aficiones son la música y la lectura». Curiosamente tiene dos manías que no puede con ellas; no puede dormir con los armarios abiertos y tampoco ver unas tijeras sobre la cama. Respeto al otoño, Natalia confiesa que no le deprime y le encanta al igual que las otras estaciones del año.

Julián Aguirre
(texto y foto)