Los armadores han tomado una decisión inédita en la Isla: reducir las capturas para evitar la caída de precios.

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JOAN J. SERRA
Los pescadores de Mallorca han adoptado una decisión inédita en la Isla. Por primera vez en la historia, los armadores han fijado cupos de capturas en determinadas especies, entre ellas sardina, gerret y morrallí, con el fin de evitar una caída de precios, dada la abundancia de piezas. Esta determinación ha sido aceptada por todas las lonjas de la Isla, agrupadas en la organización de productores Mallorca Mar, que gestiona la subasta electrónica de pescado de toda la Isla en la Llonja de Palma, aunque en principio algunas mostraban reparos o reticencias. El director general de Pesca, Miquel Àngel Calviño, ha explicado que «mientras en las lonjas de la Península estaba entrando menos pescado porque las capturas eran escasas, aquí estaban entrando demasiadas piezas, lo que hacía caer los precios. Un ejemplo de ello han sido las gambas. El pasado verano se han capturado muchísimas y precios que podían estabilizarse en torno a los 100 euros, cayeron a los 30 e incluso los 20 euros por kilo en la lonja. Ahora se está pescando menos gamba a propósito, para evitar un derrumbe de precios».

Inicialmente, se han establecido cupos para determinadas especies, pero los pescadores están estudiando otras medidas. Una de ellas sería que los barcos de arrastre reduzcan su actividad en una hora. En la actualidad, los arrastreros salen a las 5 de la mañana y regresan a puerto a las 5 de la tarde. La idea sería regresar a las 4 de la tarde, una hora menos de faena. Esta medida no afectaría a los arrastreros que faenan en pesquerías lejanas, también para capturar marisco, pues por una cuestión de desplazamiento y distancia su horario de actividad ya es de por sí limitado. Los barcos de arrastre que trabajan en áreas más cercanas a la costa serían los que reducirían en una hora el tiempo de faena.

En cuanto a los barcos de artes menores, también se ha planteado una medida para ellos, que sería que no saliesen los sábados. El pescado que se captura ese día se guarda en cámaras frigoríficas hasta el martes siguiente, pues el lunes no hay subasta electrónica. Así se evitaría que los martes llegue a la lonja una cantidad excesiva de pescado. Hay cofradías que han adoptado sus propios cupos, independientemente de las decisiones a nivel general. Es el caso de la cofradía de cala Rajada, que ha limitado a 40 cajones de llampuga las capturas por barco con el fin de estabilizar y mantener los precios, aun a riesgo de que alguna cofradía vecina no se imponga ese tope.