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La tradicionaNit de les Verges es la popular noche de las serenatas, de los buñuelos, del mistela y las flores. Aplausos, bandejas de buñuelos y vino isleño recibían ayer a las tunas, que dedicaron este día a rondar por los barrios de Palma, llevando sus canciones a las jóvenes. Una antigua tradición que se remonta a los primeros años del cristianismo y que invita a los jóvenes a salir a la calle y a cantar las más típicas serenatas como Clavelitos, La Compostela o Muñequita Linda a un grupo de chicas reunidas en alguna casa.

Los grupos más profesionales vivieron intensamente ayer esta tradición arraigada en Mallorca. Uno de ellos fue la Tuna de la Universitat de les Illes Balears, que comenzó su desfile a partir de las 13.00 horas. Un día intenso que continuó en Inca, s'Arenal y finalizó entrada la madrugada con la ronda a distintas casas. También al son de serenatas paseó la Tuna de Mallorca, que tras comenzar su ronda en la residencia de ancianos Fontsanta, siguió en la calle Francisco Sancho, en la plaza Madrid, para terminar finalmente su recorrido en la plaza Cardenal Reich.

Pero en las calles de Ciutat también se pudo ver a grupos de chicos, flores en mano, entregados al canto mientras las chicas asomadas a balcones o ventanas aplaudían, sobre todo, las buenas intenciones. Y es que la altura de los edificios hace difícil las serenatas en la calle, aunque los jóvenes han sabido ingeniárselas para hacer llegar sus canciones a las chicas que visitan.

Ana Largo