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M.JUNCOSA
De las 2.200 reclamaciones que recibieron el año pasado los servicios de inspección de la Conselleria de Turisme, 1.600 correspondieron a asuntos producidos en otras Comunidades Autónomas o en destinos turísticos del resto del mundo, según informó ayer el director general de Ordenación Turística, Josep Aloy, en la inauguración de la jornada 'Justicia-Empresa en el Àmbito del Turismo', celebrada en la Cámara de Comercio.

Aloy explicó que la canalización a Balears de conflictos producidos fuera de las Islas se debe a que las principales agencias de viajes y touroperadores españoles están domiciliados en el Archipiélago, circunstancia que multiplica y dificulta la labor de los inspectores de la Comunidad.

Ante esta situación, el director general de Ordenación Turística anunció que el Govern ha remitido al Consell Consultiu un decreto de modificación de la Ley General Turística en el que introduce un nuevo sistema de quejas y reclamaciones. Este nuevo reglamento pretende, por un lado, agilizar los procedimientos y sanciones, buscando un equilibrio entre los derechos y deberes de empresas y consumidores y, por otro, posibilitar mediante firma electrónica la interposición de reclamaciones por internet en tiempo real, lo que facilitaría la labor de comprobación de los servicios de inspección.

En cuanto al contenido de las reclamaciones interpuestas en Balears, Josep Aloy, indicó que no se ha producido ninguna por causa de «overbooking» pese a que las Islas han registrado este año una temporada récord en ocupación hotelera, lo que a su juicio demuestra la profesionalidad de los empresarios de alojamiento de las Islas.