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El ex gerente de la Policlínica Miramar Jaume Capó declaró ayer el juez que ese centro asistencial llevaba una doble contabilidad, y especificó que en la caja «B» se anotaban los pagos y contrapartidas, cuyas facturas, sin embargo, no eran reflejadas cuando esos apuntes se pasaban a la caja «A».

Capó, testigo propuesto por la acusación representada por el doctor Pau Ramis, desarrolló las funciones de gerente en la Policlínica durante veinte años. Ramis se querelló contra los doctores Miquel Dalmau y Cristófol Pizá porque asegura que la sociedad que ambos presiden AMEBA, propietaria de la Policlínica, le adeuda más de un millón de euros.

En estos momentos, dos juzgados -Instrucción 6 y 10- están investigando sendas querellas presentadas por el doctor Ramis y un grupo de accionistas contra Dalmau y Pizá. Los supuestos delitos que habrían cometido los máximos accionistas del centro asistencial son los apropiación indebida y societario y de apropiación indebida.

El doctor Ramis sostiene que Dalmau dio órdenes a AMEBA para que dejara de abonarle en septiembre de 2005 el importe de los servicios que prestaba como máximo responsable de los servicios médicos de medicina interna y cardiología, entre otros.