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J. M. AGUILÓ
El 8 de noviembre de 1931, hoy se cumplen exactamente 75 años, el Gobierno central cedió al Ajuntament de Palma el Castell de Bellver y también el bosque que lo rodea, «para parque municipal y museo de arte antiguo», según consta en el documento que firmaron hace tres cuartos de siglo en el salón de actos del Consistorio el entonces ministro de Economía Nacional, Luis Nicolau, y el entonces alcalde de Palma, Francisco Villalonga.

El actual regidor de Cultura i Educació, epopular Rogelio Araújo, señaló ayer que dicha cesión tuvo un significado muy especial para Palma, y recordó los numerosos eventos celebrados en el castillo desde esa histórica fecha.

Los orígenes de la citada cesión cabe situarlos en los días siguientes a la proclamación de la Segunda República en España, el 14 de abril de 1931, cuando seis días después, el 20 de abril de aquel año, fue creada una comisión especial por decreto de la Presidencia del Gobierno Provisional de la República «para la incautación de los bienes del extinguido Patrimonio de la Corona», del que formaban parte el castillo y el parque. La incautación tuvo lugar cuatro días después, el 24 de abril.

Según consta en el texto firmado el 8 de noviembre de 1931, los bienes incautados eran «una finca rústica llamada 'Monte y Castillo de Bellver', sita en este término municipal, de extensión de 107 hectáreas, 39 áreas y 82 centiáreas, consistente en pinar, algarrobos, acebuches y monte bajo, antiguo castillo o fortaleza, construidos en los siglos XIII y XIV, dos casitas de piedra para guardas, otra sin destino especial, en mal estado esta última, y otra edificación separada, que es capilla abierta al culto y dedicada a San Alonso Rodríguez, enclavados los cinco edificios en dicho monte».