Los jóvenes dieron un gran abrazo a un ex empleado que acababa de ser despedido por su ex jefe.

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Ante el asombro de muchos, dos jóvenes, Ricardo Gatti y Mateo Nogora, educador y profesor de actividades extraescolares, respectivamente, entran en una cafetería del centro de Ciutat, con un cartel que pone «Abrazos Gratis». Risas entre un grupo de mujeres que toman el desayuno y un «atrevido» que se levanta y pide uno de esos abrazos: Rápidamente el buen humor y la simpatía de los dos chavales se contagia y hasta los camareros terminan repartiendo abrazos. Minutos más tarde, y en plena calle Sant Miquel, ya son cinco, tres chicos y dos chicas, todos ellos con otro cartel, en esta ocasión en varios idiomas. Transeúntes, vecinos y personal de algunos comercios que ante la espectación levantada no salen de su asombro de que un grupo de jóvenes reparta abrazos sin ningún objetivo económico o político. ¿De qué partido sois? pregunta una anciana. De ninguno, responde Ricardo, «ni partido, ni asociación -asegura el joven-, regala-

mos abrazos sinceros, con mucho afecto y para que no se pierda algo tan fundamental como el cariño». La anécdota llega de un trabajador que acaba de ser despedido, al ver a los jóvenes el hombre se abraza con entusiasmo. «Lo necesitaba, -confiesa- me acaban de despedir y esto es lo mejor que me ha podido suceder hoy». Desde hace dos semanas estos jóvenes salen en sus ratos libres a la calle para abrazarse con la gente que quiera. Lo cierto que son muchos los que hacen un alto en su camino para dar un fuerte abrazo.

Abrazos Gratis -Free Hugs- es «una iniciativa que llega a España y que no pretende otra cosa que regalar nuestro calor a quien quiera compartir el suyo con nosotros». El sábado, a partir de las cuatro, celebrarán en la plaza Madrid de Palma el Día Internacional del Abrazo.

Julián Aguirre