Numerosos vecinos acudieron a la fiesta, en presencia de la alcaldesa Catalina Cirer.
Más de quinientos vecinos de Palma acudieron a la fiesta infantil organizada ayer por la asociación de vecinos Bons Aires-Arxiduc con motivo de las fiestas navideñas. Un encuentro multitudinario, celebrado por vez primera, en la Plaça Santa Pagesa, donde participaron mujeres y niños de s'Olivera, la Asociación Agüedas de Mallorca, la asociación contra la fibromialgia, Unicef y Bomberos sin Fronteras, con la ayuda del Grup Güell, quienes dieron a conocer sus objetivos sociales a los visitantes congregados.
El acto, amenizado por los Xeremiers de sa Garriga con el inevitable acompañamiento musical de los villancicos, destinado sobre todo a los niños y niñas de este barrio que contaron con la instalación de diversos juegos, fue coordinado por el presidente de la asociación de vecinos de Bons Aires-Arxiduc, Pep Mª Mulet, quien aprovechó la asistencia de las autoridades municipales para agradecerles las facilidades para la celebración del festejo y reivindicar las actuales carencias de la zona.
Mulet concedió el carnet de socia honorífica a la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, quien acompañada por el concejal de Cultura, Rogelio Araújo, aprovechó para destacar las mejoras introducidas en el barrio con proyectos como Sa Falca Verda, que ya se han convertido en realidad. También fueron distinguidos por su labor la concejal de Dinamització Ciutadana, Mª José Frau, y aunque ausente, también al regidor de Joventut i Sports, Rafael Duran.
Al recinto acudió ayer en visita privada la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, como vecina de la barriada y no como vicepresidenta del Govern.
Entre las reivindicaciones planteadas por la asociación, Mulet, acompañado por la secretaria de la asociación, Joana Maria Oliver, y el tesorero Gabriel Mas, solicitó una solución para el abandonado parque infantil de Son Vallori, mientras una vecina de la Plaça Santa Pagesa lamentó a título particular la molesta presencia de unos indigentes fijos en la zona que acarrean continuas molestias al vecindario por problemas higiénicos.
Entre las entidades invitadas, la Abaf (Associació Balear de Suport a la Fibromialgia) dio a conocer a los asistentes esta enfermedad que afecta a entre el 3 y el 5 por ciento de la población mundial, en un 90 por ciento mujeres, y que en Balears la padecen unas 25.000 personas, ante carencias a nivel sanitario, social y personal. La faceta benéfica se plasmó en un rastrillo para la parroquia de Santa Catalina Thomás a favor de los niños necesitados.
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