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El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, mostró ayer su convencimiento de que el president del Govern y del PP balear, Jaume Matas, intentó «presionar al fiscal general» durante la entrevista que mantuvo la pasada semana con Cándido Conde-Pumpido.

«Matas es un presidente bajo sospecha», afirmó el coordinador general de IU quien, casualmente, estaba ayer en Palma cuando se conocieron las nuevas revelaciones sobre la «operación Voramar».

«Por connivencia, complicidad o por obstrucción de la Justicia, éste [el balear] es un Gobierno bajo sospecha», dijo el coordinador general, quien añadió que «visto con distancia«, y tras las novedades publicadas, la reunión entre Matas, Rodríguez y el ex alcalde Hidalgo dos días antes del arresto y la entrevista del presidente balear con el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ofrecen más «dudas» sobre el comportamiento y la supuesta «implicación» del jefe del Ejecutivo.

Apuntó que si estos hechos hubieran ocurrido en los tiempos en los que se conoció el caso de corrupción del túnel de Sóller, por el que Aznar obligó a dimitir al entonces presidente balear Gabriel Cañellas, el Ejecutivo del PP habría asumido responsabilidades, pero indicó que este partido ha cambiado su doctrina y espera a que actúe la Justicia. Aznar estaba entonces en la oposición y gobernaba Felipe González.

Tras señalar que «están encendidas todas las luces de alarma« en España de la corrupción y especulación urbanística, Llamazares pidió al Gobierno que preside el socialista José Luis Rodríguez Zapatero que tome «medidas urgentes» contra este fenómeno.

Llamazares, que dejó para la dirección de Balears las peticiones de dimisión a Rodríguez, destacó que es precisa una reforma legislativa y un compromiso entre partidos para atajar la corrupción.

Miquel Rosselló y Miquel Ramón si pidieron la dimisión del conseller, así como la comparecencia urgente de Jaume Matas y una comisión de investigación.

Según ambos dirigentes el «caso Andratx es cada vez más el caso Matas» y «todo el Govern está bajo sospecha».

La visita de Llamazares a Mallorca estaba prevista desde hace días pero las nuevas revelaciones sobre el «caso Andratx» provocaron que quedara en un segundo plano la razón última de su presencia en la Isla: su apoyo inequívoco a la fórmula del Bloc.

«Apoyo sin ningún tipo de reticencias ese acuerdo con la izquierda nacionalista», dijo para comentar que en otras diez comunidades autónomas se han cerrado acuerdos de coalición para las autonómicas y municipales de 2007.