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En acontecimientos históricos como el de ayer -aprobación de un Estatut en el Congreso de los Diputados- habitualmente se hace el debate, luego se vota y al final todos los protagonistas se hacen las fotos protocolarias. Ayer se cambió el guión. Las fotos se hicieron antes del debate -una hora y media antes- y sin conocer la votación final. Y es que ayer se sabía el final de la película antes de que empezara.

Por eso, el presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, accedió a hacerse la fotografía del acuerdo con la amplísima delegación balear que se desplazó hasta Madrid para asistir al debate del dictamen del Estatut antes de que el texto comience su tramitación en el Senado. El president del Parlament, Pere Rotger, llegó a la Cámara Baja acompañado por el vicepresidente segundo, el socialista Valentí Valenciano. La vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás, acudió al Congreso junto a sus directores generales Antoni Contestí y Antoni Juaneda. No fue una sorpresa en Madrid la presencia del delegado del Gobierno, Ramón Socías, pero más de uno se preguntaba qué había hecho el representante del Estado para que hubiese acuerdo con el Estatut. Desde luego, Socías no dedicó tantas horas a pactar el Estatut como Francina Armengo, presente en Madrid, y el diputado Francesc Antich, que ayer sí pudo intervenir en la fase final de la tramitación del texto. Aunque su grupo no votó a favor de la reforma estatutaria, Miquel Rosselló, de Esquerra Unida-Els Verds, se desplazó hasta el Congreso de los Diputados, al igual que Joan Huguet, portavoz del grupo popular, el eurodiputado Antonio López Istúriz, y el diputado socialista Vicenç Tur. En esta ocasión, UM estuvo representada en el Congreso por Dolça Mulet.

Lo que no esperaba Armengol era toparse de cara con Zapatero y estrecharle la mano. El presidente del Gobierno abandonaba la sesión plenaria para regresar a La Moncloa cuando se topó con la delegación balear, pero sólo reconoció a Armengol y al delegado del Gobierno, a quien también saludó. «¿Recibistes el mensaje?», le preguntó Zapatero a Socías. Los dirigentes del PP debían preguntarse qué tipo de mensaje enviaría el presidente del Gobierno al delegado. Y es que el «caso Andratx» también es el tema de moda en el Congreso de los Diputados.