«Antes de cualquier referencia, es preciso reiterar la condena más absoluta por los hechos ocurridos recientemente en Andratx. Frente a esta situación, que se cumpla la ley, y tolerancia cero contra la corrupción. Mía es la responsabilidad de haber incorporado, hace un año escaso, a quien ya es ex alcalde, a las filas de mi partido, razón por la que quiero, de nuevo, solicitar excusas a todos los ciudadanos y de manera muy especial a los vecinos de Andratx», señaló el president.
En esa misma línea indicó que «esta tierra no se merece que el caso de una persona, que ya es ex alcalde, y no de todo un ayuntamiento, se utilice para suscitar una sospecha generalizada sobre sus instituciones». Matas insistió en que «quiero transmitir un mensaje de tranquilidad porque nunca consentiré ninguna duda razonable sobre cualquier caso de corrupción», y fue rotundo al afirmar que «me niego con la misma rotundidad a que nadie quiera politizar lo sucedido en Andratx», porque «es un caso aislado que no se puede hacer general a toda la clase política ni se puede querer implicar al Govern».
Sobre el 'caso Andratx' añadió que «flaco favor le hacemos a la lucha contra la corrupción si un tema de tan profunda preocupación ciudadana se maneja con fines partidistas, ya que, si realmente queremos combatir todo incumplimiento de la ley , debemos hacerlo desde el más estricto respeto a la justicia y a la verdad».
Tras esa contundente referencia de Matas a lo sucedido en Andratx, el president abordó en su discurso navideño las realizaciones del Govern en este ejercicio y las cuestiones pendientes. Entre las primeras citó la creación de cincuenta mil nuevos puestos de trabajo y la reducción del paro a dos puntos por debajo de la media nacional; y la recuperación del turismo, incluso en temporada baja, «con lo cual ya hemos dejado atrás la amenaza de recesión y volvemos a crecer cerca de un tres por ciento anual», señaló Matas.
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