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Más gritos contra el Gobierno, y especialmente contra el presidente Zapatero, que contra ETA ayer al mediodía en la Plaça de Cort durante una concentración a la que se sumaron algo más de cien personas y que no estaba secundada, oficialmente, por ningún partido.

Una le preguntó que «dónde estaba la gentuza como Grosske», en alusión al portavoz de Esquerra Unida-Els Verds. Otras le afeaban, incluso, «que no haya bajado más gente del PP». «Es que no sabíamos de esta concentración, ayer estuvimos todos en la concentración institucional», respondió. «Pues bastaba con oír la Cope», le dijo una mujer. Dos personas discutían y Cirer pidió tranquilidad. «Es que no es para estar tranquilos», dijo un ex diputado del PP.

«Zapatero dimisión», «Zapatero traidor», «España es eterna y siempre lo será» y «¿Dónde están los socialistas?» fueron algunos de los lemas que ayer se corearon.

Varias personas que paseaban por la calle se sumaron inicialmente a la concentración pero también, el caso de dos representantes del PSM en el Consell de Mallorca, la abandonaron cuando se percataron del sentido de la misma. Aparentemente se trataba de una convocatoria espontánea aunque algunas personas distribuían folletos, y hasta mecheros, alusivos a una organización llamada «Peones Negros».

La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer (PP) bajó a la Plaça de Cort y fue abordada por varias personas.

Cirer, preguntada por los medios de comunicación, afirmó que había bajado «porque estamos en contra del terrorismo y apoyamos las concentraciones pacíficas».

Sobre los lemas coreados dijo que «no ha habido insultos» y que «a mí me tocó aguantar el 30 y 31», en referencia a los incidentes con independentistas.

Por su parte, la vicepresidenta Estaràs, tras asistir al acto en Bellver con organizaciones europeas, pidió al Gobierno «volver al sentido común» y al pacto antiterrorista».