Bernardo Mestre y Margarita Alameda, elaborando los roscos. Foto: AMALIA ESTABÉN

TW
0

Las pastelerías ponen hoy a la venta el roscón de Reyes, bollo propio de la epifanía del Señor, cuyo origen pagano se remonta a la época romana. Uno de sus promotores fue el rey francés Luis XV y en el siglo XVIII llegó a España, siendo Madrid y Sevilla importantes baluartes de esta obra maestra de la repostería.

En Mallorca hace apenas unos quince años que los vemos en las pastelerías, y hoy por hoy, su compra para postre de la comida del día de Reyes ya está consolidada. Si en sus inicios estos se elaboraban según receta tradicional, con su pasta lisa, y su correspondiente haba, en la actualidad admiten algunas variantes. Según explicó el pastelero Bernardo Mestre «admiten el relleno de nata, crema pastelera o turrón. Nosotros lo elaboramos con harina de fuerza, huevos, azúcar, aceite de girasol, levadura de panadería y un toque de agua de azahar, sin olvidarnos de la legumbre (un haba) y la figurita».

Margarita Alameda es la que decora en el obrador de la pastelería Mestre en la barriada de Serralta estas coloristas piezas con calabazate en rojo y verde, naranja y cerezas confitadas. En el centro coloca la corona y confitería complementaria de Reyes a base de carbón, y fichas, cigarrillos, sombrillas, monedas de oro y botellas de champagne todos ellos de chocolate que hacen las delicias de los niños.

Amalia Estabén