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El Registro Civil de Palma está «al límite de sus posibilidades personales y materiales» para hacer frente al «aluvión» de expedientes de nacionalidad que se demandan en los últimos años, según afirmó ayer el magistrado-juez encargado de esa oficina pública, Julio López-Bermejo.

Para paliar esa penuria de medios, el presidente del Tribunal Superior de Balears (TSJIB), Antonio Terrasa, ha solicitado con reiteración al Ministerio de Justicia el incremento de personal en el Registro Civil palmesano, y ayer se mostró «razonablemente confiado» en que en el plazo de un mes pueda haber al menos tres funcionarios más informando expedientes de nacionalidad.

El Registro Civil de Palma cuenta actualmente con dos funcionarios asignados a la elaboración de expedientes de nacionalidad -2.112 informados en 2006-, el mismo personal que en 1995 cuando fueron 429 los demandantes de pasaporte español.

El juez López-Bermejo cifró en una decena el número de funcionarios con que el Registro Civil palmesano debería contar en su dependencia de expedientes de nacionalidad para poder prestar a los demandantes una tramitación «rápida y eficaz».

Tanto Terrasa como López-Bermejo incidieron ayer en una conferencia de prensa sobre «propuestas para atender el aumento desmesurado de expedientes de nacionalidad», en que el problema no es propio de los Registros Civiles «sino exterior, emanado del fenómeno de la inmigración, que lleva consigo el derecho de miles de personas a optar a la nacionalidad española en un corto espacio de tiempo».

Según las cifras facilitadas por el TSJIB, los dos funcionarios asignados a trámites de nacionalidad en el Registro Civil de Palma informaron en el año 2000 un total de 595 expedientes, que pasaron a ser 726 en 2001, 1.126 en 2002, 1.810 en 2003 y 2.437 en 2005, la anualidad récord hasta el momento en el municipio palmesano.