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Unas 50 personas, algunas de ellas con sillas de ruedas, se concentraron ayer frente a la sede del Govern balear para protestar por el inminente cierre de la Llar de Pere Garau por parte de s'Institut.

«Es cierto que tenemos gente que duerme en el centro, pero nunca lo hemos escondido. El centro funciona a la perfección, no tenemos ninguna denuncia, y hace dos años que lo hacemos así y nunca nos habían dicho nada», dijo Jaén y añadió que «me parece bien que me pidan licencia, pero s'Institut también tiene que respetar los pasos que me da la ley para poder legalizar la Llar».

María José Jaén, responsable del centro de día que actualmente acoge en régimen de residencia a personas mayores, la mayoría con necesidad de asistencia, sin tener el permiso adecuado para ello, acusó al presidente de s'Institut de «persecución» y pidió su dimisión.

Jaén entregó un escrito en la presidencia del Govern y explicó que «cuando el centro tenía poca gente no interesaba a nadie, pero ahora como tenemos entre 70 y 80 plazas parece que le interesa a todo el mundo» y añadió que «al parecer se están planteando que como organismo público no tenemos ningún centro en la zona, si cerramos éste podremos abrir uno de cara a las elecciones», argumentó.

Jaen anunció ayer que piensa recurrir la decisión de cierre de s'Institut e interponer un contencioso administrativo contra este organismo al considerar que la Llar de Pere Garau está siendo perseguida, «una persecución que no acabo de comprender», añadió.

Por otra parte, Maria Bel Sánchez Escribano, que ha tenido su madre en la Llar de Pere Garau, dijo ayer que «he venido a esta concentración para apoyar a María José Jaén y el trabajo que realiza, no tengo palabras para definir el trato humano recibido, que es maravilloso», puntualizó.