En este libro hay 150 salmos educativos que «se atribuyen a David», algunos tan conocidos como «El señor de mi pastor», «Nada me falta», «El miserere» o «Mi alma se refugia en tí».
Este trabajo pretende solamente dar la ocasión, con una breve introducción y comentario, de rezar el salmo uniendo en la oración silenciosa y humilde, perseverante y eficaz que Jesús hace en el Sagrario.
Para Casasnovas, que pasó 28 años en la India como misionero más otros diez de procurador de las misiones, este libro «llena un hueco en el cristianismo porque presenta los salmos no como un estudio bíblico, sino como una oración».
El autor apunta la importancia de distinguir el tipo de salmo que él presenta, no «intelectual» sino más bien «una oración del corazón».
Casasnovas resalta la importancia de los salmos, sobre todo por la importancia que tuvieron para Jesús. «El hijo de Dios los aprendió de su madre y de su padre, porque en ese tiempo sólo se podían aprender a través de la oración, incluso los usó en La Última Cena», apuntilla Casasnovas. Para el autor de esta obra, «todo cristiano puede encontrar en él una ayuda para su oración».
Para hacer más comprensible su lectura, los salmos se presentan divididos en tres partes: himnos, súplicas y de gratitud y confianza. Casasnovas espera que con este libro pueda mediar «entre la división que hay entre el laicismo y la devoción».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.