La fiesta de Sant Antoni en Artà resulta difícil de explicar, simplemente se tiene que vivir. Los artanencs demostraron un año más que la fiesta es algo más que una celebración religiosa. Artà se tiñe de rojo y blanco, y con estos colores la tradición, la fiesta, los dimonis y los sonadors hacen vibrar a todo un pueblo que sale a la calle y que vive esta celebración con un gran sentimiento. A primera hora del día, centenares de personas, con camisa blanca y pañuelo rojo, esperaban la salida de los dimonis de la Casa del Trull que este año era en casa del Obrer, Pere Pep Gil. Este año la estrechez de la calle sin duda dio más espectacularidad a la fiesta. Y de esta manera se iniciaba la fiesta y es que en Artà, Sant Antoni se levanta temprano, pues a partir de las 8.00 horas lo artanencs ya berenen con el tradiciona mesclat así como de las herbes dolces o la mistela.
Artà vibra
A primeras horas de la mañana los 'artanencs' ya llenaban las calles con la camisa blanca y el pañuelo rojo
17/01/07 0:00
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