Los jóvenes tomaron el parque para asistir a la gala. Foto: TERESA AYUGA

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Fue una tarde-noche en que se cumplieron los objetivos. La gala musical de IB3 que sirvió para inaugurar el Parc de sa Riera, y que estaba incluido dentro del programa de fiestas de Sant Sebastià del Ajuntament de Palma, sirvió para que músicos tan comerciales como David Bisbal actuaran en Ciutat. Frente al escenario, 1.000 sillas destinadas a miembros de instituciones y asociaciones, y sus familias, que pudieron contemplar perfectamente el evento. El resto del público se ubicó o en las gradas del Parc o en los alrededores, con serios problemas para ver adecuadamente la gala.

La potencia del sonido, la proximidad de los gigantescos bafles y el predominio aplastante de los graves sobre los agudos hizo que, a veces, la música no se escuchara adecuadamente. La visión tampoco fue buena para los que estaban al otro lado, menos mal de las pantallas semigigantes que se instalaron. La gala permitió ver en acción a los artistas más conocidos del panorama pop más comercial. El telonero, que animó a los presentes antes de que se iniciara la gala, fue el animador Mateo Vergara.

El primero en salir a escena fue David Bisbal. Lo hizo entre una llamarada de fuego, dando un salto desde el último escalón hasta el escenario. Lástima que la música se comiera su voz, aunque poco importaba eso -al menos ésa era la sensación que dio a los que estábamos delante-, puesto que lo que contaba era verle a él, en acción. Silencio fue la primera canción que entonó, pero lo cierto es que no hubo precisamente silencio cuando él salió al escenario, ya que el Parc de sa Riera vibró al ritmo del almeriense.

Pedro Prieto/S.C./L.M.