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Dirigentes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), entre ellos su candidato a la Alcaldía a Palma en las próximas elecciones, Ferran Tarongí, recordaron ayer la sublevación de «Els Agermanats», les pusieron como ejemplo y reivindicaron el valor de la memoria.

Lo recordaba ayer Tarongí, que la historia la escriben los ganadores y quizá por eso, apenas nadie recuerda ya esa época, pese a que su movimiento es coincidente con el de los Comuneros de Castilla, a quienes los partidos más a la izquierda de la Comunidad de Castilla y León sí que los tienen como referente o icono. La próximidad electoral tampoco ha hecho que este año se concentre un número de gente mayor que en otras ocasiones. Además, ningún otro partido se suma a esta celebración básicamente palmesana. ERC presentará candidaturas en 15 municipios y espera cerrar en los próximos días un acuerdo con Entesa para ir juntos a las elecciones. Así lo confirmó ayer el presidente de ERC-Balears, Joan Lladó.

Unas veinte personas, como cada año por estas fechas, se reunieron en la Plaça del Rosari. Cada año, aunque con poco eco, recuerdan el levantamiento popular de Joan Crespí y Joanot Colom, líderes de un movimiento conocido como «Els Agermanats» que, en 1521, protagonizó un levantamiento popular que consiguió hacerse con el gobierno de la ciudad 229 días. «Els Agermanats» dieron continuidad a una revuelta de la payesía mallorquina que, en 1450, fue liderada por el manacorí Simó Tort.

Tras el fracaso de la revuelta, el 3 de junio de 1527, Joanot Colom fue condenado a muerte. Su cadáver, descuartizado, y su cabeza colgada y expuesta en la 'porta pintada' de la iglesia de Santa Margarita durante 300 años hasta que, en 1822, el cambio de régimen suprimió aquel símbolo de castigo para todo aquel que se atreviera a desafiar el orden. Su casa (hoy plaza del Rosari) fue derruida y cubierta con sal.