TW
0

NEKANE DOMBLÀS
Los únicos seis edificios ferroviarios que se conservan en Palma, en la zona de ses Estacions, acaban de ser catalogados como Bienes de Interés Cultural (BIC) por el Consell de Mallorca. El Ajuntament de Palma se ha opuesto a esta decisión, ya que considera que los edificios ya están protegidos gracias a su inclusión en el catálogo municipal. Cort asegura que su declaración como BIC supondrá añadir dificultades en caso de que se quieran realizar reformas en alguno de ellos.

La normativa militar de la época impedía la edificación en las inmediaciones de la muralla. Por esta razón, el proyecto de línea diseñado por los hermanos Enric y Frederic Gispert proponía que la estación estuviera entre las puertas Pintada y de Sant Antoni, entre la carretera de Inca y el camino abierto a la muralla, según consta en el expediente de declaración de BIC instruido por el Consell. Todo el recinto sufrió ampliaciones y en los años 30, la zona contaba con más de 40 edificios, muchos de los cuales fueron derribados a partir de los años 60, cuando comenzó la decadencia del ferrocarril. Con la reordenación del Parc de ses Estacions, algunos edificios de menor valor histórico y patrimonial también fueron derribados y sólo se conservaron los seis que ahora se acaban de declarar bienes protegidos.

La polémica que ha surgido entre ambas instituciones no es nueva en el caso de estos viejos edificios. De hecho, ya nacieron con polémica. Cuando comenzó a plantearse la necesidad de que Mallorca quedara incorporada a las regiones con ferrocarril, hacia el año 1871 y gracias al empuje del ingeniero Eusebi Estada, las autoridades de entonces se enfrentaron en una agria discusión sobre el lugar más adecuado para construir la estación.

Para los militares, la situación era inaceptable y por ello obligaron a modificar el proyecto y a desplazar la estación al interior de las murallas, en la zona que ahora ocupa el centro comercial de los geranios. Sin embargo, este proyecto no llegó a ejecutarse ya que la Compañía de Ferrocarriles fue consciente desde el primer momento de que la ubicación plantearía constantes conflictos entre el Ministerio de Guerra y el Ajuntament: los militares querían la estación dentro de las murallas y el Ajuntament, fuera.

Para tratar de superar estos conflictos, la Compañía propuso la construcción frente a la Porta Pintada, a 76 metros de la muralla, pero con tres condiciones: los edificios deberían tener una sola planta, debían excavarse unas galerías que permitiesen su voladura en caso de asedio y debían construirse dos troneras en la muralla, en la zona de la Porta Pintada. Así se hizo y las obras pudieron comenzar en el año 1874. Un año más tarde, el 24 de febrero, se inauguraba la nueva línea ferroviaria.

Dos de los seis edificios que aún se conservan existen desde el momento inicial de la construcción del ferrocarril. Se trata de las dos edificaciones gemelas ubicadas en la plaça d'Espanya: el edificio que hasta ahora albergaba la estación y el de la oficina de turismo. Estos dos edificios tienen una estructura parecida, ocupan 385 metros y están construidos con piedra de marés del Coll den Rebassa. El primero de ellos se ha destinado a estación desde que comenzó el ferrocarril, mientras que el que se encuentra a su lado tuvo uso administrativo. El Govern, propietario de estos edificios, no tiene previsto cambiar su uso por el momento, aunque la estación se soterrará.

El hostal Términus es un establecimiento hotelero construido en 1913 por la compañía Ferrocarrils de Mallorca y se mantendrá como en la actualidad. Es un edificio de dos plantas que ocupa una superficie de 420 metros. Aunque fue construido con posterioridad, mantiene una unidad arquitectónica con los dos edificio anteriores.